Mujeres embarazadas. La fisioterapia uroginecológica puede ayudar a aliviar las molestias y tensiones en el área pélvica que aparecen durante el embarazo, a la vez que te prepara para un parto más saludable.

Mujeres en el posparto. La fisioterapia uroginecológica puede acelerar el importante proceso de recuperación postparto, aliviando tu dolor, mejorando la función del suelo pélvico, abordando cualquier problema que pueda haber surgido durante el parto, y ¡ayudándote a disfrutar de pleno tu nuevo bebé!

Mujeres con incontinencia urinaria. La fisioterapia uroginecológica es beneficiosa para mujeres de diferentes edades y condiciones que buscan alivio de la incontinencia, independientemente de su causa, mejorando su bienestar general, estilo de vida, y confianza ante multitud de situaciones.

Mujeres en búsqueda de bienestar general. La fisioterapia uroginecológica también es muy recomendable si quieres mejorar tu bienestar general, fortalecer tu suelo pélvico y prevenir problemas futuros relacionados con la salud pélvica.

Mujeres con dolor pélvico crónico. Tanto si tu dolor pélvico crónico está provocado por tu ciclo menstrual, como por otros motivos, nuestras sesiones de fisioterapia uroginecológica aliviarán ese malestar, ayudándote a recuperar tu salud y tu vitalidad.

Mujeres con disfunciones sexuales. La dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) puede convertir una parte importante de tu vida en una experiencia dolorosa y desagradable. Con la fisioterapia uroginecológica identificamos las causas  del dolor y encontramos tratamientos específicos que alivian el malestar, mejorando tu satisfacción y calidad de vida íntima.

Mujeres con historial de cirugía pélvica. Si has sido sometida a algún tipo de cirugía pélvica, como reparación de prolapso o histerectomía, mis sesiones de fisioterapia uroginecológica te ayudarán a recuperar de manera más efectiva y a prevenir complicaciones posteriores.